La sesión de la Comisión Permanente del Senado del miércoles 27 de agosto de 2025 terminó en un estallido de violencia cuando Alejandro “Alito” Moreno, líder nacional del PRI, agredió físicamente a Gerardo Fernández Noroña, presidente de ese órgano legislativo, justo después del Himno Nacional. Moreno irrumpió en la tribuna para demandar la palabra y, tras recibir una negativa por parte de Noroña, el priista desató empujones y puñetazos contra él. También resultaron agredidos un camarógrafo, Emiliano González González, y la legisladora Dolores Padierna, quienes intervinieron en el altercado.
El incidente generó rápidamente repercusiones institucionales. Noroña y Adán Augusto López Hernández, presidente de la Junta de Coordinación del Senado, anunciaron la presentación de denuncias penales contra los responsables. Además, se convocó una sesión extraordinaria de la Permanente para este viernes, con el fin de revisar la situación y considerar acciones como el desafuero de Moreno.
Actores políticos de distintos colores se pronunciaron de inmediato. La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, calificó a Moreno y sus acompañantes como “porros, autoritarios e hipócritas”, lamentando que los agresores en San Lázaro recuerden las escenas violentas de décadas pasadas. Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, también catalogó la violencia como “inaceptable” y urgió a serenidad. Por su parte, Ernestina Godoy, consejera jurídica de Presidencia, subrayó que cualquier delito amerita un desafuero y sostuvo que la Fiscalía debe investigar y revisar los videos del suceso.
Las voces críticas no se limitaron al gobierno. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, afirmó tener “material para el infinito” y aseguró que insistirán hasta lograr el desafuero de Moreno. En el ámbito de opinión, diversas columnas calificaron el episodio como un espectáculo bochornoso que degrada el debate parlamentario y señalaron que Moreno abusó del discurso feminista para encubrir comportamientos violentos.
Este altercado se suma a una lamentable tradición de confrontaciones físicas en el Congreso mexicano que suelen quedar impunes. Desde empujones entre diputados en 2020 hasta peleas por la tribuna en 2021, estos episodios solo han ameritado amonestaciones éticas, sin sanciones reales. Noroña, por su parte, anunció que presentará denuncia formal y buscará el desafuero de Moreno, quien ya enfrenta otra solicitud de retiro de inmunidad promovida por la Fiscalía de Campeche.
