Historias de Terror

Cuando mi familia y yo nos mudamos a aquel pueblo, *creímos que sería un lugar tranquilo*. Pero desde el primer día, *algo no estaba bien*:
– *Pasos* cuando nadie caminaba.
– *Sombras* que se escurrían por los pasillos.
– *Personas con rostros deformes* que solo yo podía ver.
Los demás no las notaban… *hasta que eso apareció en nuestro cuarto.*
Esa noche, me dormí con mi hermana, pero *algo me despertó* a las 3:00 AM. Solo habían pasado 10 minutos desde que cerré los ojos… *pero el cuarto ya no era el mismo.*
*En la cama de mi hermana*, sentada como un humano, *había una cabra blanca*.
– *Ojos amarillos* que brillaban en la oscuridad.
– *Manchada de rojo*: comía algo que goteaba entre sus patas… ¿frutas? ¿Carne? *No quiero saberlo.*
– *Me miró fijamente* cuando notó que estaba despierta.
Dejó de masticar. *Solo me observó.*
Cerré los ojos, rezando para que desapareciera.
Cuando los abrí… *ya no estaba en la cama de mi hermana.*
*Estaba volteada hacia mi pared*, como si alguien la hubiera girado. *Yo no me moví.*
Miré de nuevo hacia la cama de mi hermana… *y no había nada.*
– *Mi hermana amaneció agotada*, como si le hubieran chupado la energía.
– *Le conté a mi mamá*, quien roció agua bendita y rezó por la casa.
– *Se calmó… pero no del todo.*
Aún hoy:
– *Cosas se caen solas.*
– *Veo sombras de reojo.*
– *Y a veces, siento que algo respira detrás de mí.*
*¿Era un demonio? ¿Un espíritu?* Nunca lo sabré… *pero sé que me vió*.